ERES EN INFINITIVO.
A veces pienso que moriste,
Que te convertiste en polvo, porque por más que pienso no logro recordarte del todo.
Eres la persona en el sueño de la que nunca puedo ver su rostro, eres un teléfono sin línea y una carta sin timbre perdida en la estación de correos.
Eres tanto y tantas cosas a la vez que multiplicadas por 0 siempre me dan lo mismo: Mi tristeza.
Y me aferro entonces a esta idea; Tú has muerto, has muerto y te fuiste con mis sueños y las ansias de una vida contigo, vida que debo vivir con otra más guapa (quizá) que tú.
Y a veces, como a los muertos, ni te recuerdo, pero hay días fríos, en los cuales, sé que has muerto y la herida me vuelve a sangrar y flores te vuelvo a llevar.
Comentarios
Publicar un comentario