LA TAZA VACÍA

Me haz dejado la taza vacía,

Las sábanas revueltas

y la cama fría.

Me dejaste la taza en el buró,

Vacía, vacías sin tus labios. 

Sin tus brazos.

Con la cajetilla vacía

y los dedos marchitos.

Con las ganas escondidas en la tinta 

y la tristeza en la sien.

Me dejaste aquí;

Con la leña mojada,

Con el corazón averiado

Con el alma perdida y las articulaciones secas.

Me dejaste tan afilada la rabia que me he desangrando yo sola.

Que tremendo desastre provocaste en mi.